Historia Secreta del Arte

Ciencia perdida

Ciencia perdida

Esta entrada es un extracto de mi artículo «Ciencia perdida» publicado en febrero de 2023 en la revista ACTA.

El expolio del mariscal Soult en Sevilla

El expolio del mariscal Soult en Sevilla

Existió un lugar en el Londres del sigo XIX que parecía haber sido arrancando de la Tebas del Imperio Nuevo.
En él se custodiaron tesoros napoleónicos obtenidos en Trafalgar, animales salvajes y plantas exóticas traídos de los rincones más recónditos del Imperio Británico y, más tarde, momias y bellísimas obras de arte del Antiguo Egipto.
Pero, sobre todo, aquel lugar fue un escenario. Uno en el que actuaron todos los grandes magos más importantes de su época y que se convirtió en un refugio de la razón en contra de los abusos de estafadores que afirmaban ser espiritistas.
Ese lugar ya no existe. Fue demolido a principios del siglo XX y su destrucción fue el símbolo del fin de una época en que la magia y la belleza formaban parte intrínseca de la ciudad de Londres.
Pero hoy, si quieres, puedes visitarlo.
Solo tienes que dejar que el tiempo se confunda con la niebla que envuelve la ciudad hasta que la luz de gas de las farolas salga a tu encuentro.
Siente el frío húmedo en tu rostro, mézclate con los otros asistentes que esperan, entre murmullos de expectación hasta que las puertas, por fin se abren.
Cruza las enormes columnas egipcias y déjate deslumbrar por la grandiosidad del gran vestíbulo.
Los susurros se van apagando poco a poco, las lámparas se atenúan hasta que solo queda oscuridad.
Y, entonces, las cortinas de terciopelo rojo se abren y, poco a poco, al otro lado del escenario, la elegante silueta de un mago vestido de frac se va perfilando en el escenario.
El espectáculo está a punto de comenzar…
¡Bienvenido al Egyptian Hall!

Magia e ilusionismo en el corazón de Londres: ¡Bienvenidos al Egyptian Hall!

Magia e ilusionismo en el corazón de Londres: ¡Bienvenidos al Egyptian Hall!

Existió un lugar en el Londres del sigo XIX que parecía haber sido arrancando de la Tebas del Imperio Nuevo.
En él se custodiaron tesoros napoleónicos obtenidos en Trafalgar, animales salvajes y plantas exóticas traídos de los rincones más recónditos del Imperio Británico y, más tarde, momias y bellísimas obras de arte del Antiguo Egipto.
Pero, sobre todo, aquel lugar fue un escenario. Uno en el que actuaron todos los grandes magos más importantes de su época y que se convirtió en un refugio de la razón en contra de los abusos de estafadores que afirmaban ser espiritistas.
Ese lugar ya no existe. Fue demolido a principios del siglo XX y su destrucción fue el símbolo del fin de una época en que la magia y la belleza formaban parte intrínseca de la ciudad de Londres.
Pero hoy, si quieres, puedes visitarlo.
Solo tienes que dejar que el tiempo se confunda con la niebla que envuelve la ciudad hasta que la luz de gas de las farolas salga a tu encuentro.
Siente el frío húmedo en tu rostro, mézclate con los otros asistentes que esperan, entre murmullos de expectación hasta que las puertas, por fin se abren.
Cruza las enormes columnas egipcias y déjate deslumbrar por la grandiosidad del gran vestíbulo.
Los susurros se van apagando poco a poco, las lámparas se atenúan hasta que solo queda oscuridad.
Y, entonces, las cortinas de terciopelo rojo se abren y, poco a poco, al otro lado del escenario, la elegante silueta de un mago vestido de frac se va perfilando en el escenario.
El espectáculo está a punto de comenzar…
¡Bienvenido al Egyptian Hall!

El «Collar Sutherland»: intriga y traición en la corte de Luis XVI

El «Collar Sutherland»: intriga y traición en la corte de Luis XVI

Durante la madrugada del 18 de enero de 1990 tuvo lugar uno de los mayores robos de arte de la Historia. Dos intrusos vestidos de policía entraron en el Isabella Steward Gardner Museum de Boston, uno de los museos más bellos y emblemáticos de Estados Unidos, y robaron trece obras de arte, cuyo valor estimado a día de hoy asciende a entre quinientos y seiscientos millones de dólares.

Tempestad en Mar de Galilea

Tempestad en Mar de Galilea

Durante la madrugada del 18 de enero de 1990 tuvo lugar uno de los mayores robos de arte de la Historia. Dos intrusos vestidos de policía entraron en el Isabella Steward Gardner Museum de Boston, uno de los museos más bellos y emblemáticos de Estados Unidos, y robaron trece obras de arte, cuyo valor estimado a día de hoy asciende a entre quinientos y seiscientos millones de dólares.

Secretos médicos en las obras maestras

Secretos médicos en las obras maestras

Ellos no lo sabían, pero al retratar a sus modelos estaban plasmando en el lienzo mucho más que un rostro, un vestido o un gesto.
Gracias al enorme talento de los grandes maestros de la pintura, al contemplar un retrato podemos casi percibir los pensamientos, la historia y los anhelos de la persona que aparece en él. Pero hoy en día podemos llegar mucho más allá y conocer algo tan íntimo e intrínsecamente humano como las enfermedades que les aquejaban y que, en muchos casos, provocaron el fin de sus días. Una mancha en la piel, un bulto en el cuello o una extraña malformación en los dedos probablemente no eran para estos modelos más que un pequeño achaque al que acostumbrarse, pero ahora sabemos que eran señales mudas de las patologías que sufrían.

Este texto es un extracto de un artículo publicado originalmente en la revista ACTA de la Asociación de Autores Científico-Técnicos y Académicos.

Criterios técnicos y objetividad para la valoración de obras de arte y objetos de valor

Criterios técnicos y objetividad para la valoración de obras de arte y objetos de valor

En noviembre de 2017, la sede neoyorquina de la casa de subastas Christie’s batió todos los records de precios alcanzados hasta entonces en la historia del mercado del arte: la obra “Salvator Mundi”, de Leonardo da Vinci, la última pintura del maestro renacentista en salir a la luz, alcanzó la astronómica cifra de 450,3 millones de dólares. Aunque las expectativas eran muy altas (el precio de salida establecido por la casa era de cien millones de dólares), este espectacular precio de remate fue todo un terremoto en el mundo del arte. En primer lugar, porque contradecía la creencia de que los antiguos maestros no son capaces de desbancar a los grandes artistas contemporáneos, como Picasso, Basquiat o Lucian Freud. Pero también y, sobre todo, porque volvía a poner sobre la mesa el eterno debate sobre la valoración de obras de arte y objetos de valor.

Este texto es un extracto de un artículo publicado originalmente en la revista ACTA de la Asociación de Autores Científico-Técnicos y Académicos.

Ciencia y Arte a lo largo de la historia

Ciencia y Arte a lo largo de la historia

Hace 180.000 años un grupo de neandertales depositaron en un hueco en la tierra con sumo cuidado el cuerpo sin vida de un miembro de la tribu muy querido. Entonces, como ahora, la muerte era un hecho terrible para el que no tenían una explicación. Sólo comprendían la pena y el desconsuelo que irremediablemente la acompañaban. Sin embargo en esta ocasión algo cambió para siempre: mientras el resto de la tribu se despedía en silencio, en aquellos minutos de angustia uno de los miembros se acercó a unos matorrales y arrancó unas hermosas flores. Con ellas en las manos volvió junto al enterramiento, se arrodilló y las dejó caer sobre el compañero que se iba.

Este texto es un extracto de un artículo publicado en la revista ACTA de la Asociación de Autores Científico-Técnicos y Académicos.

Desvelando los secretos de los grandes maestros: técnicas de diagnóstico aplicadas a la pintura

Desvelando los secretos de los grandes maestros: técnicas de diagnóstico aplicadas a la pintura

Adriaen van Ostade. El pintor en su taller. 1663. Las nuevas tecnología aplicadas a la investigación en la Historia del Arte Durante varios segundos los restauradores y conservadores contuvieron la respiración. Después, instintivamente, sus miradas se dirigieron hacia el ángulo inferior izquierdo del lienzo, lugar donde el maestro flamenco solía estampar su firma. Y allí estaba, oculto probablemente durante varios cientos de años por fin salía a la luz: el nombre de Pieter Brueghel (El Viejo) y la fecha, incompleta, de ejecución de la obra. Acababan de realizar uno de los mayores descubrimientos en la Historia del Arte de los últimos años: la aparición de un nuevo «brueghel,» el artista flamenco más importante del siglo XVI, de quien sólo se conservaban unas escasas 40 obras hasta el momento. Durante todo este tiempo «El vino de la fiesta de San Martín» había guardado el secreto de su autor; ahora, sin embargo, los expertos podían leer la firma con casi tanta claridad como si hubiera sido realizada el día anterior. Y no sólo eso. También podían observar el dibujo original trazado por Brueghel, las variaciones posteriores que había hecho sobre el mismo y los repintes que se habían ido sucediendo a lo largo de su vida. Además, encima de la mesa, descansaba un sobre con el resultado de los análisis realizados en el laboratorio gracias al cual se podían conocer las características técnicas de la composición del lienzo (en realidad una «sarga»), las capas de imprimación y los distintos pigmentos y aglutinantes utilizados por el maestro para crear el temple. La tecnología actual nos permite conocer todos estos datos de forma que podemos llevar a cabo un examen tremendamente exhaustivo sobre una obra determinada. El desarrollo de técnicas de análisis aplicadas a la pintura ha posibilitado que podamos saber cuál era el método de trabajo que seguía el artista, los materiales que utilizaba y las condiciones de conservación de la obra a lo largo de su historia. Estos conocimientos nos permiten tener una visión mucho más amplia del artista, su trabajo y la época y la sociedad en que desarrolló su obra derribando viejas fronteras de la Historia del Arte. Suponen, además, una herramienta imprescindible para el trabajo de los restaura- dores a la hora de intervenir sobre una pintura y de establecer las posteriores condiciones de conservación. Por otra parte, estos métodos de análisis son un aliado altamente eficaz a la hora de realizar atribuciones o identificar falsificaciones aunque no siempre serán determinantes, como veremos más adelante. A lo largo de este artículo vamos a examinar los métodos de análisis más importantes con los que contamos actualmente, tales como la reflectología infrarroja, la luz ultravioleta, la radiografía o el análisis de materiales y soportes. Veremos cómo trabajaban los grandes maestros, qué técnicas utilizaban y también qué quisieron ocultarnos. La Sagrada Familia de la perla. Rafael Sanzio. 1518-1520. La reflectología de infrarrojos: contemplando los trazos ocultos Desarrollada a finales de la década de los 60 por el físico holandés J. R. J. van Asperen De Boer la …

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